Disfruta de una aventura en Buggy en Guadalajara como nunca. Nuestro centro se ubica a tan sólo 25 minutos de la metrópoli, en la provincia de Guadalajara. Si te gusta conducir, contamos con potentes Buggies que te permitirán disfrutar de una auténtica experiencia off-road a través del alma rural y salvaje de la región.
El buggy es un vehículo de chasis ligero, sin techo rígido en la carrocería y con grandes ruedas que facilitan el desplazamiento por terrenos escabrosos y difíciles. Su nombre deriva de «bug» que en inglés significa «bicho». Sobre nuestros bichos podrás moverte a través de los campos discurriendo por caminos extremadamente accidentados. Saltando laderas, arremetiendo contra cascotes y lodo. Para nuestros buggies, nada es intransitable.
Buggy en Guadalajara | Iníciate en la Aventura y recorre los Rincones de el Casar
La salida «Basic» es una salida de 25 minutos. Ideal para todos los que se inician en la actividad y quieran probar lo que se siente a bordo de un Joyner Matador, un vehículo de 650 cm3 y cuatro velocidades con una inigualable aptitud campera.
Nos encontraremos en nuestras instalaciones en El Casar. Antes de iniciar esta particular excursión de Buggy en Guadalajara te daremos algunas sencillas instrucciones de cómo conducir correctamente el vehículo. Te asignaremos el vehículo y te daremos todo el material de seguridad necesario para llevar a cabo la actividad.
Desde nuestro centro, recorreremos rincones de El Casar asentado sobre terrenos arcillosos, acercándonos a Galápagos, en cuyas amplias terrazas fluviales se cultivan cereales, hortalizas y frutales. Sin embargo, gracias a la potencia y posibilidades de la tracción de un buggy, si lo deseas, podremos acceder a las zonas más inaccesibles y de mayor pendiente de la zona donde los bosques de encinares resisten a la colonización agrícola. ¡Recorrerás las zonas más salvajes de Guadalajara en Buggy!
El recorrido no lo haremos campo através. Sólo pasamos por caminos autorizados, evitamos las vías pecuarias y siempre circulamos a la velocidad permitida. Además, con el objeto de divertirnos y al mismo tiempo apreciar la naturaleza tratamos de no hacer ruido innecesario y siempre apagamos los motores en las paradas.
¡Los motores ya están en marcha!