Tour San Sebastián a pie

Paso a paso por las huellas de su historia y su naturaleza

San Sebastián es una de las ciudades más bellas de Europa, en ella se han combinado perfectamente la naturaleza generosa, los sucesos históricos y el espíritu de su gente. Un tour por San Sebastián a pie, nos llevará de un lado a otro de manera amena y sin cansarnos. Cada pausa que necesitemos hacer en nuestro andar, será en beneficio de admirar el estilo arquitectónico de las fachadas, o de relajarnos en una banca de cara al mar, o saborear un tradicional pintxo en una de las callejas del casco histórico. En definitiva, un tour a pie por San Sebastián, es la forma ideal de recorrer esta ciudad.

Tour San Sebastián, paso a paso por su historia

La ciudad, que supo estar amurallada desde la antigüedad, conserva aún algunos vestigios de aquellos viejos muros. Cobró un auge importante desde que la reina regente de España, María Cristina, la escogió como lugar de esparcimiento. Durante tres décadas de su vida, la reina regente, se alojó en San Sebastián durante los veranos, frente a la playa de La Concha, una de las playas más famosas del mundo entero.

Desde entonces, Donostia, se convirtió en el lugar favorito para el baño y la buena vida de monarcas y aristócratas que solían recalar en el Palacio Miramar. La ciudad, en su apogeo, se extendía a lo largo de sus paradisíacas costas con mansiones señoriales de estilo decimonónico. El lujo refulgente de aquella belle époque que aún se aprecia, no cambió el carácter benévolo de los habitantes. Los donostiarras adaptaron su faena tradicional relacionada al mar, los barcos y la pesca, a la llegada de los visitantes.

Actualmente, Donostia, es una ciudad de vanguardia que conserva sus antiguos fulgores, y contrasta de manera admirable, la huella del pasado con el devenir de la modernidad. Si miramos atentamente a nuestro alrededor, veremos que nuestros pasos, caminando San Sebastián, van paralelos al paso del tiempo. Frente a nosotros dos iconos nos lo demuestran. A un extremo las altas torres neogóticas de la catedral del Buen Pastor y, por el otro extremo, en la Calle Mayor del casco viejo, la fachada barroco-rococó de la basílica de Santa María del Coro en cuyos pilares resisten vestigios de un templo medieval. Caminar por su entramado encantador de callejones y avenidas, paseos arbolados sobre la ría, el malecón costero o la playa, será la manera más rica de captar a la ciudad en su totalidad y llevarla impresa en la memoria.

Huellas del tiempo en los muros: la ciudad

En el centro de la parte vieja de la ciudad, cruzaremos la Plaza Constitución que ha sido desde sus orígenes el lugar de cita de los donostiarras y escenario de celebraciones. Sus curiosos balcones numerados, supieron ser palcos del coso taurino local. Desde aquí, nos dejamos llevar por el olfato. Se respira la buena cocina y los típicos pintxos intentarán seducir el paladar a través de los ojos. Delicias de sabor y deleite para la mirada, su incalculable y colorida variedad.

Podemos poner rumbo hacia las playas bajando por cualquiera de los paseos de las márgenes de la ría. A un lado y a otro, asaltarán la vista las imponentes construcciones, las delicadas molduras de los balcones. No pasarán desapercibidos el teatro Victoria Eugenia, la sede de la Diputación foral de Gipuzkoa, el hotel María Cristina donde suelen alojarse las estrellas invitadas al renombrado Festival de cine de San Sebastián, el edificio del Ayuntamiento, que anteriormente fuera un casino.

Huellas sobre la arena: la playa

Desde el Ayuntamiento y hacia el evidente edificio cúbico del Kursaal, palacio de Congresos y Auditorio, se despliega la playa surfista de Zurriola. Si ponemos rumbo hacia el lado opuesto, por el Paseo Marítimo, o desde el Puerto, con su centena de farolas diferentes unas de otras y escoltados por elegantes barandales blancos, nuestros pasos nos trasladarán por los contornos de la Playa de la Concha y Ondarreta. Si la marea lo permite, disfrutaremos del placer de caminar sobre la arena. Durante esta caminata optamos por descansar cuanta vez lo deseemos en bancas dispuestas generosamente, desde las cuales, contemplamos el magnífico entorno de la bahía y la isla de Santa Clara. Durante la temporada estival, esta isla puede visitarse en embarcaciones que salen diariamente desde el puerto. Al cabo de poco más de dos kilómetros de caminata por el Paseo Maritimo llegaremos al Peine del Viento.

Huellas del arte: el «Peine del Viento»

El “Peine del Viento” es una obra maestra del artista local Eduardo Chillida. Se trata de un conjunto de tres piezas escultóricas de acero, enclavadas estratégicamente entre las rocas de modo tal que, la fuerza de las olas al irrumpir allí y mezclarse con las ráfagas que han sido coladas por las tres siluetas férreas, provocan un efecto alucinante en el espectador, dando la impresión de que tanto el viento, como el mar, están vivos e interactúan en un juego propio.

Huellas desde el cielo: Monte Igeldo

No muy lejos del Peine del Viento, podemos montarnos en un simpático funicular que lleva subiendo y bajando al Monte Igeldo desde hace más de cien años. Las vistas panorámicas desde las terrazas son únicas. Desde allí, dependiendo de la nubosidad, obtendremos vistas aéreas impagables de toda la bahía, las islas y del despliegue de la ciudad entre la costa y las montañas que la cercan.

Huellas más allá de las fronteras: alrededores de San Sebastián

Si tenemos la fortuna de, tras caminar San Sebastián, contar con un poco más de tiempo, podemos elegir alejarnos y hacer un tour hacia los pueblos de Pasai San Juan y Pasai San Pedro, típicas aldeas de pescadores. Otra alternativa muy bonita es visitar Hondarribia, una ciudad medieval con construcciones muy bien conservadas y un casco histórico de lo más pintoresco, con sus casas blancas y balcones de diferentes colores llenos de flores. Más aún, si nos atrevemos, desde Hondarribia, sale una pequeña barca que nos cruza hasta la playa de la vecina Hendaya.

Para conocer la Donostia auténtica y completa, anímate a un tour a pie por San Sebastián con nosotros. Te contaremos todos los secretos de esta ciudad tan hermosa como mágica,.Y te revelaremos dónde probar los pintxos más sabrosos. Ven y deja la huella de tus pasos en Donostia y más allá.

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