Si buscas una aventura acuática diferente, intensa y rodeada de naturaleza, la actividad de canoa-raft en Cantabria es la opción perfecta. Esta actividad, similar al rafting pero con embarcaciones más pequeñas y manejables, permite una experiencia más técnica y dinámica, ideal para quienes quieren sentir el río de forma más directa.

En el Alto Ebro, esta modalidad se realiza gracias a la suelta controlada de agua desde la presa del Pantano del Ebro, lo que garantiza un caudal constante durante los meses de verano, entre junio y finales de septiembre. Esto no solo asegura las condiciones óptimas para la actividad, sino que también permite disfrutar de una temperatura del agua muy agradable, que puede alcanzar hasta los 22 °C.

El canoa-raft en Cantabria se desarrolla en un río de aguas bravas semimantenido, donde se intercalan rápidos de clase III con badinas, zonas tranquilas ideales para tomar un respiro o incluso nadar. Este contraste convierte al río Ebro en un entorno muy entretenido para todo el recorrido.

El tramo habitual de descenso va desde Montesclaros hasta Aldea del Ebro, con una longitud aproximada de 9 km y un nivel de dificultad medio. Durante el trayecto, se atraviesan pasos emblemáticos del río como El Molino, El Gol, El Ascensor, La Lupera, Las Vías, El Balneario, El Tren y La S, así como otros rápidos más suaves que mantienen la emoción constante sin necesidad de experiencia previa.

La actividad completa tiene una duración aproximada de 3-4 horas, incluyendo la preparación, la navegación y el cierre. El tiempo estimado de descenso en el agua varía dependiendo del caudal del río en ese momento.

Vivir el canoa-raft en Cantabria es sumergirse en una experiencia inolvidable que combina técnica, aventura y paisajes espectaculares. Ideal para quienes buscan emociones fuertes en un entorno natural incomparable. ¡Reserva ya!